Instituto Educativo de la Cuenca del Papaloapan




Comercio electronico

Sin lugar a duda el mundo está cambiando, y lo hace rápidamente. Desde una perspectiva empresarial, la aparición de las tecnologías de la información, sustentadas sobre todo en Internet, ha generado una nueva forma de hacer y organizar los negocios que afecta prácticamente a todos los ámbitos y sectores de la economía. En un primer momento se llamó a este fenómeno eBusiness. Esta denominación ha caído un tanto en desuso, pero la realidad que hay detrás no ha hecho sino aumentar su protagonismo en todos los ámbitos: social, político y económico.

Una de las vertientes particulares de esta evolución es el ecommerce. La posibilidad de replicar procesos de venta por medios electrónicos, principalmente vía Internet, provoca el nacimiento de una nueva actividad empresarial denominada comercio electrónico ya en los años 90 del siglo pasado. Desde entonces no ha hecho sino progresar y ser cada vez más relevante en la economía y en la sociedad.

Es importante recalcar que no debemos confundir Internet (red de redes) con el dispositivo de acceso. Internet no es equivalente a navegar con un ordenador (PC o Mac). En la actualidad una inmensa parte de los accesos y las transacciones se están realizando por otro tipo de dispositivos (móviles o wearables, por ejemplo). Esta tendencia no ha hecho más que empezar y esperamos que en los próximos años se acentúe, superando ampliamente a la tradicional asociación de Internet y comercio electrónico con un ordenador «tradicional». El IOT (internet off things) promete generar una fuerte revolución en todos los aspectos de la sociedad de la información y, sin duda, también lo hará en el ámbito de la transacción: ecommerce. Claramente, habrá que estar atento a todas estas cuestiones, que cambiarán, en gran medida o por completo, las «reglas del juego» conocidas.

Definir comercio electrónico puede parecer una cosa sencilla, pero no hay tanto consenso al respecto. Para algunos el ecommerce se limita al cobro online o al intercambio de datos necesario para confirmar una compra. Para nosotros el comercio electrónico es algo mucho más amplio y existe siempre que se confirma una transacción por medios telemáticos. Sin embargo, podemos encontrar diversas definiciones, todas ellas con una base común: venta de productos o servicios.

Por lo tanto, comercio electrónico significa el traslado de transacciones normales, comerciales, gubernamentales o personales a medios computarizados vía redes de telecomunicaciones, incluyendo una gran variedad de actividades.

1.3. El desarrollo del comercio electrónico El principal impulsor del comercio electrónico reside sin duda en las continuas innovaciones en tecnologías de la información que tienen su origen en los 80, pero que realmente se desarrollan en los 90 y ganan madurez en este siglo. Estas han reducido drásticamente los tiempos y costes de intercambiar y procesar información y han cambiado la forma de trabajar de muchas industrias; de las empresas y consumidores que operan en ellas.

A pesar de lo comentado, los mercados electrónicos iniciales y los basados en EDI tenían altas barreras de entrada debido a la elevada inversión que requería la tecnología necesaria para formar parte de la red, restricción que limitaba la entrada a muchas empresas, sobre todo a las pymes. De este modo, su desarrollo y el número empresas implicadas fue bastante reducido. Esto impidió el crecimiento masivo del comercio electrónico en sus primeras etapas, quedando reducido a unos pocos sectores (auto-moción y gran consumo, por ejemplo) y a unas pocas grandes empresas.

El gran impulso del ecommerce llega con la popularización del acceso a Internet para la población en general. Consumidores y pymes ya pueden acceder a una tecnología relativamente sencilla y barata que les permite conectarse de una sola vez con el resto del mundo a través de un protocolo común y estandarizado. Cualquiera puede poner cualquier cosa a la venta en cualquier lugar del mundo, en tiempo real, y cualquiera puede adquirirla. Este paso es descomunal; ya nada volverá a ser lo mismo a partir de que esto es posible y accesible para todos.

Solemos decir que el comercio electrónico es fantástico para cualquier negocio porque lo hace accesible y permite vender a posibles clientes antes inaccesibles. Sin duda, esto es cierto. Pero se suele olvidar comentar la consecuencia directa inmediata de la anterior afirmación. Por la misma regla, multitud de empresas, comerciantes y particulares que antes no podían vender a los clientes próximos a muchos negocios, ahora sí pueden hacerlo. Y lo hacen con notable éxito.

Esto se acentúa cuando el producto se convierte en digital o digitalizable. El negocio en torno a la creación, producción, distribución, marketing y venta de música ha cambiado por completo y ya nunca volverá a ser igual para bien de la inmensa mayoría de la población y artistas, pero también para desgracia de toda una industria y quienes vivían de ella. Esta situación se está replicando en otros muchos negocios como son los medios de comunicación, el cine, los videojuegos, el libro, etc., afectando de forma radical a millones de personas que vivían y viven de una forma de hacer negocio obsoleta e insostenible. Todos estos negocios e industrias se están reinventando con el comercio electrónico como uno de los protagonistas del cambio.

1.4. Ventajas y retos del comercio electrónico Las principales ventajas para un comerciante virtual son: Disponibilidad. Desde cualquier lugar del mundo (se requiere una conexión a la red) se pueden hacer transacciones en cualquier momento (concepto 24 x 7 0 24 horas disponible los 365 días del año), lo que facilita el acceso a un enorme mercado eliminando las barreras físicas y geográficas. Acceso a la información. La actividad digital deja un rastro de información extremadamente completo. Se generan «toneladas» de datos que, adecuadamente tratados, se pueden convertir en una gran fuente de información y conocimiento para mejorar el negocio, conocer a los clientes y sus gustos y mejorar la competitividad y rentabilidad del negocio.

Captación de clientes. Cuando un comerciante abre un establecimiento lo hace en una ubicación donde sabe que están sus clientes. La propia ubicación y el escaparate son, en la mayoría de los casos, el único marketing y publicidad que hacen. Un local en una mejor ubicación o con mejor visibilidad requerirá una renta mayor. En la renta pagamos gran parte de los gastos de marketing del negocio. Esto no sucede igual en un negocio digital. Si queremos atraer nuevos clientes tendremos que llevar a cabo acciones y, casi siempre, emplear recursos y dinero en hacer campañas de captación de nuevos clientes.

Comparadores. En este caso la web se limita a aglutinar la oferta de todos los que venden un determinado producto online y ofrecen al consumidor una comparativa de todas las ofertas, así como un link donde hacer la compra que se desee. En este caso la transacción se produce siempre en la tienda de destino y no en el comparador. Afiliados. Se trata de webs de contenidos que recomiendan o venden activamente los productos o servicios de otras tiendas online. Estas reciben generalmente un pago por los resultados que son capaces de generar para el comercio virtual.